Octava de Pascua - Jesús de la Misericordia



Parroquia Nuestra Señora del Rosario
 LEONES    -   15-04-2012  -  Año 9  -  Nº 484
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Octava de Pascua
Jesús de la Misericordia

LECTURA DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES  (4, 32-35)
           
La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades.
                                                                                        Palabra del Señor.

SALMO   (117, 2-4. 16-18. 22-24)

R.   ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! Que lo diga la familia de Aarón: ¡es eterno su amor! Que lo digan los que temen al Señor: ¡es eterno su amor! R.

"La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas?. No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor. El Señor me castigó duramente, pero no me entregó a la muerte. R.

La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos. Éste es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él. R.

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DE SAN JUAN  (1JN 5, 1-6)

Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad.
                                                                                   Palabra de Dios.


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN               (20, 19-31)

                                                                        
                                                                        Gloria a Ti Señor.
Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". Él les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré". Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". Tomás respondió: "¡Señor mío y Dios mío!". Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Éstos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.                                                                                  
                                                                                Palabra del Señor.

 

ª      LA PALABRA DE DIOS Y LA LITURGIA DE ESTA SEMANA ME ILUMINEN.


Lunes 16 de Abril   - Santa Bernardita de Lourdes                                          
*Hch 4, 23-31; Sal 2, 1-9;Jn 3, 1-8
19,00hs  Celebración de la PalabraParroquia


Martes  17 de  Abril   - Beata María de Jesús                                      
*   Hch 4, 32-37; Sal 92, 1-5;Jn 3,5-15
19,00hs  MISA – Parroquia

Miércoles  18 de  Abril  –  San Eleuterio    
*   Hch 5, 17-26; Sal 33, 2-9;Jn 3, 16-21

15,00 hs Exposición del SANTÍSIMO – Capilla María Auxiliadora
19,00hs  Celebración de la PalabraParroquia

Jueves  19 de  Abril  - San Expedito                                        
 *  Hch 5, 27-33; Sal 33, 2-20;Jn 3, 31-36
19,00hs MISA – Parroquia

Viernes  20 de  Abril   -  San Bernardino de Siena                                           
 *  Hch 5, 34-42; Sal 26, 1-14;Jn 6, 1-15
15,00 hs  Rezo de la Coronilla con Exposición del Santísimo - Parroquia
19,00 MISA -  Ordenación Prebisteral
                           Diácono Alejandro Bossi
                             Iglesia Catedral Villa María

Sábado  21 de Abril  -  San Anselmo                                          
*  Hch 6, 1-7; Sal 32, 1-19;Jn 6, 16-21
19,00 hs  MISA – Parroquia

Domingo 22 de  Abril  -    Tercer Domingo de PASCUA
* Hch 3, 13-19Sal 4, 2-9; 1Jn2, 1-5; Lc 24, 35-48
10,30 hs Celebración Niños de Catequesis – Parroquia
19,00 hs MISA  -  Parroquia















































Tiempo Pascual ¡Aleluya! ¡Resucitó!
Los cincuenta días que van desde el domingo de resurrección hasta el domingo de pentecostés
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda nuestra religión.
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.
La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.
En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar?
Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.
San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14) Si Jesús no hubiera resucitado, sus palabras hubieran quedado en el aire, sus promesas hubieran quedado sin cumplirse y dudaríamos que fuera realmente Dios.
Pero, como Jesús sí resucitó, entonces sabemos que venció a la muerte y al pecado; sabemos que Jesús es Dios, sabemos que nosotros resucitaremos también, sabemos que ganó para nosotros la vida eterna y de esta manera, toda nuestra vida adquiere sentido.
La Resurrección es fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes. Debemos tener cara de resucitados, demostrar al mundo nuestra alegría porque Jesús ha vencido a la muerte.
La Resurrección es una luz para los hombres y cada cristiano debe irradiar esa misma luz a todos los hombres haciéndolos partícipes de la alegría de la Resurrección por medio de sus palabras, su testimonio y su trabajo apostólico.
Debemos estar verdaderamente alegres por la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. En este tiempo de Pascua que comienza, debemos aprovechar todas las gracias que Dios nos da para crecer en nuestra fe y ser mejores cristianos. Vivamos con profundidad este tiempo. Con el Domingo de Resurrección comienza un Tiempo pascual, en el que recordamos el tiempo que Jesús permaneció con los apóstoles antes de subir a los cielos, durante la fiesta de la Ascensión.
Fuente: Catholic.net

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